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vendredi 28 décembre 2007

Amistad en las calles

Somos otros, los que dejamos huellas en la visible calle. Pero hay gentes que pasan con ojos y con lenguas muy oscuros, siendo blancos. Esos ojos que pasan no nos miran, esas lenguas no nos hablan, porque somos lo que somos: forasteros, seres invisibles que la sombra o el destino nos trajo, por estas calles tan humanas. No me dejes, Señor, en este páramo sin nombre, donde sólo me abriga el frío y el dolor

dimanche 23 décembre 2007

Navidad 2007

Los días se alargan con el frío. Es navidad y todos buscan acomodarse bajo las luces de las ciudades, otros en las sombras de las calles. Hace frío, un frío muy profundo que modela los cuerpo y las voces. Es navidad en el rostro de los afortunados, no en el de los forasteros ; pero es navidad en alguna parte y todos dejan por un instante su agonía y su recuerdo. Una sola estrella guía las sombras, las escasas sombras que caminan por los estrechos senderos, azotados por el frío. Debería ser navidad en los ojos de los niños, de todos los niños de la tierra a quienes no les importa su color ni su lengua, ni nada que no sea una luz, una vida, una sonrisa en el camino. Es navidad en los ojos de los afortunados que todo miran, pero nada miran. Esos sólo miran la piedra, no el dolor ni la pena del hombre que camina solo, vestido de inviernos, sueños y esperanzas. Es navidad y hay un silencio muy oscuro que flota sobre los bosques, sobre las casas de los afortunados ; mas hay otro silencio azul que mira con una pena envuelta de ternura, todo lo que existe bajo el sol. Es navidad, y quisiera que sea navidad para todos los hombres de la tierra. Aquí espero.
París 20-12-2007