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vendredi 26 décembre 2008

El cuervo

Lo vi de lejos -llovía oscuridad
sobre su lomo despertaba la noche
El cuervo cantó -su voz afónica- venía él
entre una multitud desenfrenada

Sobre los hombros de la impiedad quise gritar
pero mi voz apenas aullaba de dolor
quise correr pero el viento se invertía
Nada podía contra la fiebre
Nada contra la muerte
El cuervo seguía en pos de mi pobreza
Era inútil desalentarlo a venir

Mas el pico del cuervo crecía
Nada aturdía el ansia maldita del cuervo
El cuervo era negro
completamente vestido de negro alcanfor
y negra mortaja
Sus garras -su pico- la noche venía
se venía la noche o la muerte

Sus alas en vuelo rayaban el aire
Volaba -muy soberbio el animal
-dije que volaba
arrastrando sus garras -surcando el aire
Yo dormía -tal vez soñaba
Su pico era curvo -saliente- oscuro
El cuervo era un cuervo de alas inmensas
Brillaban de oscuridad
Parecía un ángel del infierno

Verdá tuve miedo -horriblemente miedo
semioculto mi gorjeo miserable
luchaba contra mí mismo -por salir de mí mismo
y dejar el cuerpo envenenado

El lo veía todo
absorto calmado orgulloso hambriento
se acercaba dando saltos maderescos
allí mi cuerpo estirado -moribundo- dormido
Hacia él iba el cuervo

El cuervo era grande -selecto- místico y terrestre
flexionó el pico sórdido y sangricida
-Soy el cuervo -me dijo- la voz infernal crecía
-Soy el cuervo y vengo por ti-
decía la memoria muerta
Sobre mis huesos vino la sombra

-Soy el cuervo de la muerte- volvió a decirme
y la bestia no cejaba ante mis gritos
-soy el cuervo-soy el cuervo-soy el cuervo
Rampaba el eco abismal de sus profanas intenciones
Yo luchaba -luchaba interiormente
Pero el cuervo a destruirme andaba sempiterno

Al fin desperté
Cesó la tempestad
y de un golpe murió el cuervo